El juez rechaza aplicar la medida al considerar que no existe necesidad de protección a la víctima, ya que no se aprecia «riesgo de reiteración delictiva»
El titular del Juzgado de Menores número 1 de Málaga ha denegado la orden de alejamiento solicitada por el menor que denunció haber sido víctima de una violación por parte de dos compañeros de instituto que, además, son hermanos.
El adolescente, que tiene 14 años y una discapacidad intelectual del 41%, había pedido que el único investigado en la causa –el otro denunciado tiene 11 años y, por tanto, es inimputable– no pudiera acercarse a menos de 750 metros de él. Tanto la Fiscalía como la defensa se habían opuesto a esta medida de protección, que hubiera implicado necesariamente un cambio de instituto del menor señalado como presunto autor de la agresión sexual, ya que ambos asisten al mismo centro.
En su resolución, el juez considera que no se aprecian «ni los motivos de urgencia ni la necesidad de protección a la víctima» a tenor de los informes de la Fiscalía y del equipo técnico que ha trabajado en el caso. El magistrado alude al tiempo transcurrido, teniendo en cuenta que los hechos habrían sucedido en julio de 2017 y fueron denunciados en octubre, por lo que entiende que no hay «riesgo de reiteración delictiva» ni hacia la víctima ni hacia el posible testigo, como sí señala la acusación particular, que ejercen los letrados, José Ignacio Francés y Francisco Redondo, de IFS Abogados, en representación del menor que sufrió la supuesta agresión sexual.
El juez se apoya en las manifestaciones de la víctima, quien según el auto declaró que no se hablaba con el investigado y que, pese a asistir los dos al mismo centro, no habían tenido ninguna otra incidencia desde entonces. Y también utiliza como argumento el testimonio del testigo, quien aseguró no tener miedo del supuesto infractor.
Sin coincidir en clase
El magistrado recuerda que, según el informe del equipo técnico, el instituto ha activado el protocolo de convivencia escolar establecido para estos casos para «garantizar» que ambos menores no tengan ningún contacto durante su estancia en el centro, «y se está consiguiendo que no lleguen a comunicarse en ningún momento ni que coincidan en actividad alguna». La familia asegura lo contrario y sostiene que sí tienen que compartir aula.
Además, resalta el juez, el propio instituto no considera «positivo» el alejamiento dadas las necesidades educativas especiales del denunciado. Por todo lo anterior, y al no existir a su juicio factores de riesgo «urgentes o acuciantes», rechaza la medida de alejamiento que pedía la familia de la víctima.
El caso fue denunciado a principios de octubre a raíz de que los profesores tuvieron que intervenir por un altercado en el patio entre los dos alumnos. Al parecer, el adolescente investigado habría amenazado a la víctima, que se entrevistó con el director en su despacho y le confesó que había sido agredida sexualmente meses atrás por el otro alumno y el hermano de éste en una antigua piscina municipal, ajena por completo al instituto. Dijo que no lo había contado antes a nadie por «vergüenza».
Mientras estaban los tres en aquel lugar abandonado, observaron una puerta que se movió. Supuestamente, era un amigo de la víctima, que habría sido testigo de la violación y que presenció lo ocurrido escondido tras aquella puerta. La víctima contó al director que, ahora, el presunto agresor lo amenazaba para que alterara la historia y culpara a su amigo, diciendo que fue este quien lo obligó a mantener relaciones en la piscina.
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-> en el artículo de prensa – Diario Sur – «Deniegan la orden de alejamiento al menor que denunció una violación de dos compañeros de instituto en Málaga«.